Todos los nuevos vehículos constan de un dispositivo de frenada en cada una de sus ruedas, salvo excepciones. Se trata de unos discos de accionamiento hidráulico, aunque también puede haber tambores mecánicos. El caso es que la frenada se reparte entre ambos ejes cuando pisas el pedal ya sea a uno o a ambos dependiendo del tipo de vehículo.
Independientemente, las pastillas actúan sobre la superficie de fricción cuando reciben la presión o el empuje por parte del sistema de accionamiento. Aunque la duda surge sobre qué ruedas en realidad actúan los frenos.
Cómo actúan los frenos
En los coches, como sabrás, el pedal del freno consigue la detención total del vehículo cuando éste está circulando. Mientras, el freno de mano es el freno auxiliar, que bloquea el vehículo una vez está parado para que no se desplace.
Por lo tanto, el freno de pie actúa sobre las cuatro ruedas por igual, o lo que es lo mismo, sobre ambos ejes. De esta forma, consigue repartir la presión de frenado de forma eficiente y sobre todo, equilibrada. Es más, el conductor solo tiene que pisar el pedal, el resto lo hace el propio sistema.
El freno de mano, por el contrario, bloquea únicamente las ruedas posteriores al utilizarlo. Tradicionalmente se trataba de un sistema mecánico por cable, pero cada vez son más comunes los frenos de estacionamiento electrónicos, que incluso se activan y desactivan de forma automática.
¿Qué es el sistema de freno regenerativo?
El freno regenerativo de los coches electrificados (eléctricos e híbridos) se ha convertido en una tecnología ideal para proteger el medio ambiente y optimizar la energía, puesto que este sistema de frenado actúa al disminuir la velocidad al acumular parte de la energía cinética que tiene el vehículo de manera aprovechable.
Este sistema actúa al disminuir la velocidad, acumula parte de la energía cinética y la reaprovecha, ya sea para impulsar de nuevo al vehículo más adelante o para accionar otros sistemas.