El número de vehículos implicados en siniestros viales sin la ITV en vigor ha aumentado, según denuncia la asociación de las empresas de ITV en España. Y es que los últimos datos no provisionales de la DGT (del año 2020) apuntan que esa cifra se elevó hasta un 33 %, en el caso de furgonetas y camiones ligeros.
Y dado que hablamos de las cifras de 2020 —las de 2021 aún son provisionales—, es de esperar que se incremente. No en vano, el pasado año el absentismo en las ITV batió récord: se cifró en un 40 %, siendo la cifra más alta de la historia.
Según AECA-ITV, y en base a las cifras de siniestralidad de Tráfico, en 2020 se incrementó el número de todo tipo de vehículos involucrados en accidentes de tráfico con victimas (heridos o fallecidos) con la ITV caducada.
A la cabeza se situaron los industriales de hasta 3.500 kilos (furgonetas y camiones ligeros) que pasaron del 15 % de 2019 hasta el 33 % en 2020. A continuación, los coches, cuyo porcentaje se ha elevado del 10 % al 17 %. Las motocicletas son las que menos aumento registran, pasando del 12 % al 15 % correspondiente al último balance de siniestralidad.
Un buen mantenimiento, fundamental
La patronal de las ITV vuelve a recordar la importancia de pasar este trámite obligatorio, pues en las inspecciones se detectan fallos en elementos vitales como los frenos, la suspensión o los neumáticos. Si los vehículos circulan con este defectos al no pasar la inspección, tienen más probabilidades de sufrir un accidente, defienden.
Mientras, la DGT señala que aunque no siempre es suficiente que el vehículo esté en buen estado para prevenir un accidente, sí que defiende que estas revisiones sí que pueden detectar problemas que «pueden llevar a un siniestro fatal en la carretera».
Según un estudio de la Universidad Carlos III, en colaboración con la patronal de las inspecciones de vehículos, las revisiones de la ITV evitan al año 539 víctimas mortales y hasta 17.700 accidentes de tráfico.
Edad de los vehículos y siniestralidad
A todo esto, conviene añadir que la DGT sigue poniendo de manifiesto la relación existente entre la antigüedad del vehículo implicado en el accidente y el estado de su inspección técnica, es decir, que circulaban sin haberse sometido a este trámite. A más edad, más son los vehículos con la ITV caducada que han sufrido o provocado siniestros.
Por ejemplo, en el caso de los coches de entre cinco y nueve años se cifra en un 7 %, pero se eleva al 17 % en el caso de los que superan los 25 años. Mientras que en el de las furgonetas y camiones se dispara al 33 % en los de 25 años o más, en comparación al 7 % de los que tienen hasta cuatro años.
Según AECA-ITV estos datos son preocupantes, pues España es uno de los países con el parque de vehículos más envejecido de Europa, siendo su edad media superior a 13 años, un año por encima de la media del continente.
Y es que, defienden, al margen de las inspecciones, el riesgo de fallecer o resultar gravemente herido en un accidente vial se incrementa a medida que aumentan los años del vehículo, pues carecen de ciertos sistemas de seguridad de los que sí disfrutan coches más modernos.
Así lo demuestran los datos de Tráfico: la antigüedad media de los automóviles implicados en accidentes en vías interurbanas fue de 12,9 años en 2020, mientras que esa edad se elevaba a 14,9 años en los que se desplazaban personas que fallecieron en los siniestros.