Algunas acciones hacia otros conductores pueden ser un motivo de sanción
Normalmente, cuando vamos al volante, siempre debemos facilitar la conducción en la medida de lo posible a los otros conductores y demás usuarios de la vía. Ceder el paso, facilitar una incorporación, o incluso asistir en caso de accidente.
No obstante, hay conductas con las que podemos ayudar a otros conductores que nos pueden costar una multa. Un ejemplo de esto es el hecho de dar ráfagas a otro conductor para darle paso en un cruce. Según la Dirección General de Tráfico, (DGT) este gesto está castigado con 80 euros, ya que podría deslumbrar o distraer a otros usuarios de la vía. Además, la sanción puede encarecerse si se produce un deslumbramiento, 200 euros, o llegar a 500 si las ráfagas provocan un accidente provocado por el previo deslumbramiento.
El mal uso de las luces del vehículo
También existen otras conductas sancionables por el hecho de ser ilegales, como avisar a otro conductor de la presencia de un control policial mediante ráfagas o con las luces de freno del vehículo.
La DGT pone especial atención en cuantro a la utilización del alumbrado en el código de circulación y utilizar indebidamente las antinieblas, por ejemplo, acarrea una sanción de 200 euros. Igual sucede con los intermitentes, luces que según datos de la Guardia Civil son utilizadas de manera incorrecta por el 60% de los conductores.
No obstante, hay casos en los que sí se puede utilizar la ráfaga de las luces, alternando de manera intermitente las luces de corto y largo alcance en forma de destellos y de mediante intervalos muy breves de tiempo para no provocar deslumbramientos.
Por ejemplo, del mismo modo que se utiliza el claxon, las ráfagas pueden ser utilizadas para evitar un accidente, para advertir a otro conductor de la intención de adelantarlo o cuando un vehículo no prioritario se vea obligado a cumplir un servicio de vehículo prioritario y, evidentemente, no disponga de las luces de emergencia.