Tras el ‘sí, quiero’, la pareja no se volvió a ver
Margarita y Rudolf eran una española y un vienés que se conocieron durante la Guerra Civil española. El vino desde Austria, donde trabajaba como mecánico de coches para combatir con las Brigadas Internacionales. Por su parte, Margarita iba junto a las mujeres antifascistas que hacían excursiones a las trincheras para animar al bando republicano en las trincheras. Cuando las tropas franquistas entraron en Barcelona, donde ella trabajaba, Margarita tuvo que huir con su hermana hasta acabar en un campo de concentración en Francia.
Allí llegó más tarde Rudolf, pero sin que ambos supieran que estaban los dos allí. Em 1941 Rudolf sería enviado al campo de exterminio de Auschwitz, en Polonia. Antes de que él fuese destinado allí, se reencontraron en su cautiverio de Francia y en diciembre de 1941 Margarita se quedó embarazada de su hijo Édouard.
En el 44, en el campo de exterminio nazi, a Rudolf le dejaron crecer el pelo, ponerse traje y zapatos prestados del guardarropa de las SS. Su padre y su hermano llegaron desde Viena a Polonia como testigos. Por su parte, a Margarita le permitieron entrar en Auschwitz con su hijo en común, de ya tres años, para casarse con un prisionero. Tras la boda, otro prisionero de origen polaco hizo las fotografías y pasaron la noche de bodas en el prostíbulo del campo, una celda del barracón 24.
Tras la noche de bodas, Rudolf siguió encerrado y Margarita y su familia regresaron a Viena. Allí donde él reparaba vehículos antes de la Guerra Civil y de la II Guerra Mundial. Y, aunque pudieron darse el sí quiero que tanto anhelaban, siendo la única pareja que se casaría en un campo de exterminio, lamentablemente, el meánico vienés y la española no se volvieron a ver.