El asturiano pilotará el monoplaza inglés a partir del año que viene, pero ¿qué nos costaría mantener estos coches de lujo si fuera nuestro vehículo utilitario?
Fernando Alonso ha anunciado que deja Alpine y que se va a Aston Martin, una marca que derrocha clase, deportividad, elegancia y lujo por los cuatro costados. Pero… ¿Cuánto nos costaría mantener uno de los coches de la marca inglesa si fuera nuevo vehículo para ir a trabajar o de vacaciones?
Ya nos vamos a saltar el primer y costoso paso que es pagarlo y nos vamos a imaginar que lo que toca es hacerle el mantenimiento básico de cambio de aceite y filtros acompañado de una revisión básica. La suma total de esta revisión son unos 1300 euros. A un coche de tan alto rendimiento, además de un mantenimiento básico habría que cambiarle otras piezas, como por ejemplo las pastillas de freno. Si solo le cambiásemos el juego delantero, cuesta para un modelo de producción en serie, como por ejemplo el DB9, casi 1200 euros.
Al igual que un utilitario corriente, estos coches también gastan ruedas y no son baratas dado a sus dimensiones, por lo que el precio de sustitución por llanta para el mismo modelo será de unos 400 euros… ¡por neumático!
A esto, podríamos sumar otro gasto menos común, aunque sí propio de reemplazo, como es el embrague. Con más o con menos diferencia de km y forma de uso, es una pieza que se desgasta, y su precio ronda los 5.000 euros, un importe similar a lo que cuesta una puesta a punto de motor, que como es lógico querremos ya que conducimos los coches que conducía James Bond.
Por último, hay algo que sí o sí hay que sumar, y es la gasolina. Cierto es que nuestro utilitario Aston Martin no consume lo que el monoplaza de Alonso, pero no tendremos un coche de consumo reducido precisamente. Para el DB9 que hemos ejemplificado antes, la media de consumo es de unos 14 l/100 km, por lo que si la gasolina ronda 1,80 € y el depósito es de 78 litros, llenarlo nos costará unos 140 euros y alrededor de 500 km.