La subida de precios de la gasolina hace crecer el miedo a un posible riesgo de agotarse en algún momento. Por este motivo, muchas personas han decidido almacenar suministros en casa y quieras o no, evitar gastar unos euros de más.
Pero la realidad es que los combustibles han provocado una crisis histórica en el momento de superar los dos euros por litro, derivado de la guerra en Ucrania. Esta es la verdadera razón de la subida del combustible como pasó con los alimentos en el confinamiento por la covid-19 y que está volviendo a ocurrir.
En muchos casos, no tienes otra opción. Debes seguir desplazándote para ir al trabajo u otra circunstancia y necesitas combustible ¿Puedes acaparar? La normativa MI-IP 04 especifica que en el momento de comprar combustible en una gasolinera, tienes un máximo de 60 litros que no puedes rebasar.
Además, la DGT es quien regula el transporte de combustibles y las leyes que lo regulan lo consideran mercancía peligrosa.
¿Cómo tiene que llevarse el combustible?
Siempre debe ir en recipientes homologados, que estén fabricados con materiales adecuados para contener hidrocarburos.
Además, el suministro de gasolina siempre debe realizarse en un lugar seco y bien ventilado para no ocasionar vapores que originen un incendio. Debes tener en cuenta que guardar mucho combustible.
Tampoco es bueno ya que acaba deteriorándose con el tiempo. Si esto ocurre, los componentes perderán cualidades que pueden provocar fallos en el motor y averías. Supone un gran peligro del que se debe ser consciente y, sobre todo, no verse empañado por los ‘dudosos beneficios’ económicos.
Multas de hasta 3.000 euros
Los combustibles no pueden llevarse en los espacios destinados para los ocupantes. Por lo que se transporta mediante una garrafa o bidón en el maletero, teniendo en cuenta que deben estar bien sujetos para que no se muevan y estar el menor tiempo posible dentro del coche.
Puedes llevarte combustible a casa, a pesar de que no es la mejor idea, pues si incumples la normativa puedes verte envuelto en una sanción de hasta 3.000 euros.
Si eliges esta opción, ten en cuenta un último consejo: nunca lo metas en casa porque puede suponer un peligro para tu salud, tu integridad y la de los que te rodean.
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