Tenemos la capacidad de decidirlo ante el propio agente que nos sanciona
Siempre se debe intentar no cometer infracciones cuando circulamos en coche. Pero siempre puede ocurrir un despiste o cualquier otro motivo que provoque que los agentes de Tráfico detengan un vehículo y que lo multen por una infracción.
Ante esto, una vez explicado el motivo de la sanción y rellenada por parte de el agente de la autoridad, siempre preguntará antes de entregar la copia de la denuncia si deseamos firmarla o no. Puede ocurrir que no se esté de acuerdo con lo que indica el agente y no se quiera firmar la sanción, y que se piense que al no firmar no llegará la multa, pero… ¿Es mejor firmar o no?
Firmar o más bien no hacerlo es un acto más bien de imponer la palabra del conductor y su desacuerdo ante la multa, pues no firmarlo no tiene ningún tipo de trascendencia a nivel legal. Si se firma una multa, no significa que reconozcamos nuestra infracción ni que no se pueda recurrir más tarde ante la Dirección General de Tráfico.
Con la copia del agente es suficiente
Cuando el agente de Tráfico entregue la copia, aunque le digamos que no vamos a firmarla, él apuntará que se ha entregado a la persona a quien se haya puesto la sanción. Con eso será suficiente para que se tome como entregada y como una sanción notificada.
Junto a esto, los agentes de la autoridad tienen presunción de certeza, por lo que sí es su palabra contra la del conductor, siempre, a no ser que tengas testigos sobre lo ocurrido siempre prevalecerá lo que él estipule.
Si se decide firmar la multa, tampoco ocurre nada diferente. Tras esto, se pueden presentar alegaciones al no estar de acuerdo por la sanción, al igual que al no firmarla. No obstante, cabe recordar que si la multa se entrega en mano no se enviará una copia al domicilio.