Esta es una causa muy común por la que se originan las retenciones
Puede ocurrir que tras ir circulando de una manera normal con tu coche, de repente, los coches empiezan a frenar de manera repentina, y pueden hasta a encender las luces de emergencia para advertir a los coches que van por detrás.
Incluso llega el momento en el que se detienen y si miramos hacia delante, lo que hasta hace un instante era una vía con un tránsito fluido para circular, nos encontramos con una carretera atascada y con coches parados en ella. Esto se origina, entre otras causas por lo siguiente.
¿Cómo se forman los atascos?
En horas punta, como por ejemplo la hora de ir a trabajar o la de dejar a los niños en el colegio, el atasco se origina porque la vía no dispone de capacidad suficiente para el volumen de tráfico que circula por ella. Otro periodo en el que se puede dar esta situación es las operaciones salidas y retorno en vacaciones o a la hora de volver de fin de semana.
La alta afluencia de los vehículos hacer que al realizar cualquier maniobra un poco fuera de lo común sorprenda al resto de vehículos, algo que puede obligarles a que reduzcan su velocidad. Esto se llama efecto oruga o mariposa.
Por lógica, también habrá siempre mayor número de retenciones en las ciudades más grandes puesto que el número de coches será mucho más elevado que en aquellos núcleos urbanos de menor población. A todo esto, hay que añadir que además del espacio pueden ocurrir accidentes en la carretera. Estas situaciones, pueden llegar a bloquear uno o varios carriles de una carretera.
¿Cómo solucionar un atasco?
Una forma para evitar los atascos sería reducir la velocidad máxima, haciendo que todos los coches circulasen entre 60 y 80 km/h. De esta manera se circularía de una manera mucho más homogénea, puesto que la capacidad de circulación de la vía no llegaría a colapsar de manera rápida.