Es un método explicativo, según tipos de alcohol, sexos, peso y graduación, entre otros
Muchas veces hemos escuchado eso de que con dos cañas ya se da positivo si tenemos que realizar la prueba del alcoholímetro. O eso de que no afecta de igual manera el alcohol en los hombres que las mujeres. Antes de especular con la cantidad de alcohol que se ha bebido, si se va a coger el coche, dar 0,0 es la única opción.
No obstante, la
Dirección General de Tráfico (DGT), multa aquellos conductores que rebasen los 0,25 mg por litro en aire, que serán 0,15 mg si el conductor es novel o profesional, o a aquellos conductores que superen la tasa máxima permitida en sangre, que serán de 0,5 g por litro y 0,3 en el caso de noveles y profesionales.
Con estas tasas, volvemos a las clásicas frases del principio: ¿hay un máximo de cervezas que den positivo? ¿Dependiendo de lo que coma, la tasa será diferente? etc. Pues todo depende, ya que no se puede medir de una manera estándar, la cantidad de alcohol límite que un cuerpo puede ingerir para no dar positivo en un control de alcoholemia.
El alcohol tiene las mismas consecuencias para todos los conductores, sin embargo, dependiendo de la complexión física, del peso, del sexo y de la comida ingerida, podrá variar la tasa de alcohol.
Para que los conductores lo tengan aún más claros, tráfico, ha decidido crear una infografía con varias bebidas alcohólicas de diferente graduación y compararlas entre hombres y mujeres del mismo peso. En esta tabla, además ha marcado los límites de dónde está el máximo permitido y de cuánto tienen que ingerir con uno o con dos vasos de dicho alcohol.
Diferencia entre hombres y mujeres
Por otra parte, hace algún tiempo, la Guardia Civil publicó en Twitter la diferencia de la ingesta de alcohol entre hombres y mujeres debido a la complexión. En esta comparativa se pueden ver las diferentes tasas que tendrá cada persona, dependiendo de su sexo, de su peso, y de la cantidad de cervezas que beba.
No obstante, la única tasa válida si sabemos que vamos a conducir es 0,0, ya que ponernos al volante, habiendo ingerido alcohol, puede suponer un riesgo tanto para nuestra integridad como para la de los demás usuarios de la vía, puede acarrear multas de hasta 1000 €, la pérdida del carné de conducir, e incluso penas de prisión.