Debemos ser conscientes de las distracciones que podemos sufrir y del peligro que suponen para nosotros y los demás usuarios
Normalmente, al hablar de conductas que pueden ocasionar accidentes de tráfico, obviamente solemos pensar en el alcohol, las drogas, condución temeraria o comportamientos similares. No obstante, hay otros muchos comportamientos que hacen que nos distraigamos de la carretera. Y es ahí cuando se provocan el 30% de los accidentes al volante.
A medida que los conductores van adquiriendo destreza al volante, comienzan a realizar otras actividades mientras conducen, como fumar, beber agua o configurar el GPS. Peligros que podrían suponer un peligro tanto para ellos como para los demás usuarios de la vía y que pueden llegar a ser sancionados, como por ejemplo sostener el teléfono móvil, con 200 euros de multa y 6 puntos del carnet.
También podemos encontrar comportamientos que a primera vista no supondrían ninguna distracción, como puede ser la música. Y es que ya sea un viaje largo, o un desplazamiento de 5 minutos se suele conducir con música para amenizar el viaje. Lo que ocurre es que dependiendo del volumen en el que esté, puede suponer una multa desde 100 hasta 3.000 euros.
¿Qué música perjudica al conducir?
Según la Dirección General de Tráfico (DGT), si reproducimos nuestras canciones a un volumen elevado, el conductor puede no escuchar lo que sucede a su alrededor y con ello suponer un peligro para la correcta circulación. Además, no solo habla del volumen de nuestra música, sino de que hay ciertos tipos de música que debemos evitar por considerarse peligrosos.
Tráfico nos indica en ese sentido que debemos escuchar siempre que vayamos conduciendo un “ritmo que no adormezca”, que “no fomente una actitud defensiva o agresiva” y que “no distraiga la atención en la conducción”.
Evidentemente, la DGT no se pronunció sobre ningún estilo musical en concreto, ya que el organismo se refiere a la subjetividad del conductor, según sus tendencias musicales y canciones. Por ejemplo, puede haber quienes se distraigan hasta tal punto que suelten las manos del volante con una canción de Led Zeppelin, como quienes lo hagan cantando La raja de tu Falda de Estopa. En ambos casos, hay que ser consciente del peligro que conlleva para quien conduce, los ocupantes del vehículo y los demás usuarios de la vía.