A pesar de equiparse en todos los coches nuevos, su uso no es obligatorio
Los coches, a medida que avanza la tecnología, van incorporando nuevos y diferentes elementos para garantizar la seguridad de los conductores y demás usuarios de nuestras carreteras.
Uno de estos avances ya tiene largo recorrido, y no es otro que las ya comunes en todos los vehículos luces DRL por sus siglas en inglés Daylight Running Lamps, o luces diurnas como se conocen en España.
A pesar de que las luces diurnas se instalan en todos los coches nuevos desde el año 2011, su utilización en carretera no es obligatoria, sino que es recomendable. A pesar de ello, un reciente estudio ha demostrado que estas luces disminuyen la siniestralidad en carretera pese a que no dan luz, sino que hacen visible a nuestro coche para el resto de los vehículos que circulan por la vía.
El informe de la Universidad de Monash, en Australia, revela que estas luces reducen el riesgo de accidente en un 8,8% dado que al llevarlas activadas los conductores reducen las colisiones que se producen durante el día.
De hecho, en las horas en las que amanece o anochece, el uso de las luces diurnas es cuando más influencia tiene, ya que el riesgo de sufrir un accidente disminuye en un 20,3% según los datos. Esto se debe a que los conductores olvidan conectar las luces porque a estas horas todavía hay luz.
Obligatoriedad para reducir siniestros
De esta manera el estudio concluye que el hecho de utilizar las luces DRL hace que los accidentes que tienen que ver con la visibilidad desciendan. Por esta razón, el estudio Journal of Safety Research, que así se llama, pide que a pesar de que se monten como equipamiento de serie se utilicen siempre de manera obligatoria, ya que según este estudio la seguridad en los componentes tiene que estar patente siempre y no como opción para los conductores y los pasajeros.