Seguro que todo el mundo sabe qué son las válvulas de los neumáticos pero pensamos que no va más allá su importancia de servir de canal para introducir el aire cuando revisamos las ruedas. Hay veces que hasta las llevamos sin su tapón y no le damos más trascendencia.
Pues la cuestión es que son mucho más importante de lo que nos imaginamos y si no es tan fácil como ir a nuestro taller de confianza para que nos lo ratifiquen.
¿Qué son las válvulas?
Las válvulas son las responsables de mantener hermética la cámara interior del neumático al contener la presión del aire en la unión de la rueda con la llanta. Su papel es fundamental en la duración de los neumáticos y la seguridad del vehículo en general.
Está formada por tres partes: un cuerpo de goma o metálico, un tubo metálico con una rosca interior y una tuerca que evita la entrada de suciedad. Las válvulas están sometidas a un gran esfuerzo. Casa una es la responsable de mantener la presión de aire en su interior. Sin una de ellas está defectuosa o rota, el aire se escapará lentamente del vástago causando una pérdida de presión.
Por cierto que hay que aclarar que el vástago es la parte de la válvula ubicada en la rueda desde donde se infla el neumático. Contienen un núcleo de válvula con un resorte que se sella usando la presión de aire dentro de la goma.
Las válvulas de los neumáticos sufren un esfuerzo muy severo a lo largo de su vida útil. Según diversos estudios, un neumático básico de medida 195/70 R14 a una velocidad de tan sólo 100 km/h soporta una presión de 1,7 kilos.
¿Hay que cambiarlas?
Como cada elemento de nuestro coche, la válvula se deteriora con el uso y el tiempo. Eso quiere decir que es importante cambiarla, ya sea cada vez que cambiemos los neumáticos o tengamos que reparar alguna de las llantas del coche. El tipo de válvula de cada vehículo varía según tres factores principales: la presión requerida, las condiciones de manejo y las características de la llanta.
Actualmente hay válvulas que incorporan sensor de presión. Se recomienda su revisión y su sustitución ante cualquier caso de mal funcionamiento. Los coches que avisan en el cuadro de control ante cualquier pérdida de presión ofrecen un valor añadido de gran importancia para nuestra seguridad.
Es importante también que se coloque el tapón enroscado en la válvula. Siempre hay que ponerlo. Esto evitará la entrada de sedimentos, polvo y barro que puedan afectar de forma negativa su correcta estanquidad.