Los nuevos equipos ayudan a cumplir con los límites de emisiones.
Bosch ha presentado su nueva gama de sensores de tratamiento de los gases de escape en Automechanika, en Alemania. El fabricante, para poder controlar las emisiones de los vehículos, amplía su catálogo con el que medir con precisión los gases nocivos que salen de los vehículos y facilitan su medición para que cumplan con los límites de emisiones establecidos. Entre sus productos incluye sondas lambda, sensores de óxidos de nitrógeno, de partículas, de presión diferencial y de temperatura de los gases de escape, todas ellas con calidad de equipo original.
Sondas lambda
Las sondas lambda determinan la cantidad de oxígeno contenida en los gases de escape. A partir de este valor, la unidad de control del motor establece la cantidad óptima de combustible a inyectar en la cámara de combustión. Las sondas lambda se utilizan en motores gasolina, diésel y gas. La gama de sondas lambda de Bosch alcanza una cobertura superior al 80 por ciento de todos los vehículos del mercado. Con su alta precisión de medición, estas sondas ayudan activamente a la eficiencia del motor y al tratamiento eficaz de los gases de escape. Una sonda lambda nueva permite ahorrar un 15 por ciento de combustible respecto a una desgastada.
Sensores de óxidos de nitrógeno
Cada vez más coches diésel y un número creciente de vehículos comerciales ligeros y pesados están equipados con sensores de óxidos de nitrógeno. Estos sensores miden la cantidad de óxidos de nitrógeno (NOx) después de haber pasado por el convertidor catalítico SCR. Algunos tipos de motores incluyen un segundo sensor antes del SCR. Además, controlan la cantidad de urea (AdBlue) inyectada en el catalizador para la reducción catalítica selectiva (SCR), con el fin de reducir las emisiones de NOx. Adicionalmente, supervisan los componentes SCR. Como la tecnología SCR se utiliza cada vez con mayor frecuencia, los sensores de óxidos de nitrógeno tienen una importancia creciente para el mercado del recambio y el negocio de los talleres. La actual gama de Bosch comprende más de 50 referencias, incluyendo sensores que son compatibles para varios modelos de vehículos.
Sensores de partículas
La gama, que comprende 48 referencias, se amplía continuamente. Estos sensores analizan, mediante la medición de la resistencia, la cantidad de partículas de hollín contenidas en las emisiones de los motores diésel. A partir de los valores obtenidos, la unidad de control analiza el funcionamiento del filtro de partículas. Antes de cada medición, el sensor se regenera por calentamiento, para mantenerlo en las mismas condiciones para todas las mediciones.
Sensores de presión diferencial
Los sensores de presión diferencial miden la diferencia de presión del filtro de partículas. Los valores medidos proporcionan información sobre el estado del filtro al objeto de activar su regeneración basada en la demanda y el ahorro de combustible. Este tipo de sensores se utilizan también para controlar la recirculación a baja presión de los gases de escape. La gama actual de Bosch, que engloba más de 30 referencias, cubre la mayoría de los vehículos del mercado europeo.
Sensores de temperatura de gases de escape
Los sensores de temperatura de gases de escape se pueden instalar en diferentes lugares dentro del sistema de escape de los motores diésel y gasolina. Miden la temperatura de los gases de escape y envían una señal de tensión eléctrica a la unidad de control del motor. Al utilizarse en motores diésel, controlan la temperatura del filtro de partículas y, por lo tanto, contribuyen al cumplimiento de los valores límite de emisiones y a la eficiencia del combustible. Si se usan en motores de gasolina, ayudan a proteger componentes críticos como los convertidores catalíticos y los turbocompresores. La gama de recambios de Bosch para el taller comprende más de 150 referencias que cubren la mayoría de los vehículos de los fabricantes de automóviles europeos.
Denoxtronic
El sistema de tratamiento de gases de escape Denoxtronic es cada vez más utilizado en los vehículos diésel, generando un potencial de negocio adicional para el taller. El sistema inyecta una solución acuosa de urea (conocida como AdBlue) en el sistema de escape. En combinación con el convertidor catalítico SCR, permite convertir los perjudiciales óxidos de nitrógeno (NOx) en agua y nitrógeno. Al desarrollar estos sistemas, Bosch ofrece una solución integral para los talleres, que incluye formación, equipos de diagnosis y recambios.