Todo vehículo tiene un cardán que es la pieza esencial del árbol de transmisión. En sí puede durar toda la vida útil del vehículo, sin embargo, sus articulaciones sufren a menudo desgastes debido a la acumulación de suciedad o bien porque se rompe la protección y las fugas dejan salir la grasa que las lubrica.
Esto último puede derivar en daños mayores en la caja de cambios y en los cojinetes de las ruedas. No obstante, debes revisar de forma constante y vigilar su mantenimiento puesto que en ocasiones deberás cambiar el cardán de tu coche.
Por si no lo sabes, el cardán es un sistema de suspensión mecánica formado por dos círculos concéntricos. El objetivo es transmitir toda la fuerza de rotación del motor a las ruedas motrices, de esta manera consigue el movimiento de suspensión y que, por ende, giren las ruedas entre dos ejes.
Cuántos cardanes puede tener un coche
Pues bien, en un coche hay dos cardanes en las ruedas motrices (las ruedas a las que llega la fuerza del motor). Una en la parte delantera para facilitar el trabajo a la suspensión y a la dirección, y otra en la parte trasera que es solo para la suspensión.
Los cardanes suelen ir encapsulados en unos fuelles que contienen grasa porque deben estar bien lubricados. Por el contrario, si no es así, la fricción contra el metal provoca un desgaste excesivo y, finalmente, su rotura.
En qué momento debes sustituir el cardán
Normalmente, cada 100.000 kilómetros es un buen momento para cambiar los cardanes del coche. De este modo, con un riguroso mantenimiento, podrás adelantarte a cualquier avería que pueda interrumpir la transmisión y evitar que el coche quede inmovilizado.
O bien para que no se rompan en mitad de una curva y el coche no pierda el control de la dirección. Por eso, es tan importante mantener bien cuidado tu vehículo.
Posibles averías y síntomas
Acude a un taller de confianza para que puedan prevenir o reparar cualquier problema en los cardanes. En efecto, la falta de lubricación como decíamos puede ser un desencadenante de fallo, cuyo primer síntoma sea un ruido, por ejemplo, un crujido. Éste se puede oír al arrancar o antes de acelerar.
Puede que el volante vibre e incluso la caja de cambios, significa que los rodamientos están desgastados y probablemente se salga el eje. Es un caso bastante grave donde se puede ver afectada también la transmisión.
Otro síntoma es cuando el líquido de la transmisión gotea (en color rosado, rojizo o marrón), ya que nos indica que hay problemas en los fuelles.
De modo que, según el tipo de tracción así serán los síntomas a tener en cuenta:
- En los coches con tracción delantera notarás un ruido constante en las articulaciones al tomar las curvas. La sustitución del cardán dependerá si el ruido procede de la izquierda o de la derecha.
- En los de tracción trasera, lo que percibirás es un pequeño ruido de golpe al acelerar y desacelerar que se percibe aún más al circular en línea recta.
Los cardanes presentan desgastes en su mayoría por daños o accidentes anteriores. E incluso puede deberse a una mala conducción o bien porque se somete el vehículo a mucha carga. Además, si le añades la falta de lubricación, se verá expuesto a un mayor desgaste.