El cuentakilómetros no solo muestra a qué velocidad vas circulando. Y es que, como seguramente te habrás fijado, en su circunferencia los analógicos tienen unas rayas rojas que muy pocos conductores saben qué significan. No en vano, esas rayas no están porque sí. Cada uno de los elementos que incorporan los vehículos cumplen una función, aunque en este caso, pueda pasar desapercibida.
Todos los coches cuentan con un cuadro de mandos (o cuadro de instrumentos) donde lo más llamativo son el velocímetro u odómetro (que marca a la velocidad a la que circulas) y el cuentarrevoluciones (indica las revoluciones a las que gira el motor —en los vehículos más antiguos, este segundo no existía—).
No obstante, estos ‘relojes’ se han ido sustituyendo por pantallas digitales, que es lo que predomina en los vehículos más modernos, por lo que muchos coches no cuentan con esas rayas rojas.
Cuál es su utilidad
A la hora de sacarte el carné de conducir, te explican que el cuentarrevoluciones sirve para saber cuándo cambiar de marcha, sobre todo, ahora que se le da tanta importancia a la movilidad sostenible y a una conducción eficiente.
De este modo, esas marcas rojas señalan hasta dónde no tienes que llegar para cambiar de marcha, puesto que estarías exigiendo un sobreesfuerzo al motor que se traduce en un aumento la potencia. Pero es que los motores ya alcanzan su nivel de potencia máximo antes de llegar a esa zona roja. Sino fuera así, el consumo sería desorbitado.
Mientras tanto, el velocímetro también cuenta con rayas rojas, que son al menos igual de importantes. ¿Por qué? Porque te indica las velocidades clave: los límites de velocidad básicos que te encuentras en las ciudades, más en concreto 30 y 50 km/h.
¿Dónde más aparecen las rayas rojas?
Por tanto, en el cuentakilómetros puedes encontrar también las rayas rojas en los 90 y los 130 km/h, sabiendo que los límites en Europa tanto en autovía y autopista están en esa velocidad (como sabes en nuestras carreteras no puedes circular a más de 120).
Ahora, con las tecnologías añadidas en los vehículos y los dispositivos que incorporan de ayuda a la conducción, esas rayas han ido perdiendo su sentido.