A la hora de ponerte en carretera, una de las cosas que más claras debes tener es cómo frenar en caso de emergencia. Los nervios, el ruido y la descoordinación pueden jugarte una mala pasada e, incluso, llevarte a un bloqueo en el que no sepas qué hacer cuando en realidad parezca que lo tengas claro.
Por eso, es importante, cuando conduzcas, que estés tranquilo, a pesar de que las diferentes circunstancias que nos podemos encontrar en carretera en su mayoría te cojan de improviso.
Intenta mantener la distancia de seguridad entre los coches, para poder frenar suave y de forma progresiva llegado el momento. Siempre hay que anticiparse a los hechos, de modo que frenar por emergencia no sea premeditado.
En caso de una frenada de emergencia, una elemento que juega un papel fundamental es el ABS (Sistema antibloqueo de frenos), obligatorio en todos los coches, al menos, en Europa.
Este sistema trabaja como la manera más eficiente de preservar la seguridad del conductor y sus pasajeros, y de conseguir mayor control del vehículo. Aunque solo frenará bien en caso de que sus componentes (incluidos frenos, neumáticos y amortiguadores) estén en buen estado. De lo contrario, puedes verte perjudicado en carretera tanto tú como el resto de los conductores.
¿Cómo frenar en caso de emergencia?
Tu coche no tiene ABS
Para conseguir una frenada de emergencia sin ABS debes mantener la presión constante sobre el freno y levantar el pie en caso de notar que las ruedas se bloquean. Entonces, deberás frenar con suavidad para poder tomar el control del coche sin necesidad de llegar al fondo del pedal. En caso contrario, las ruedas se bloquerán y la frenada será más larga.
Tu coche tiene ABS
En este caso, sí que tienes que frenar pisando el pedal hasta el fondo y a la vez el embrague para que no haya interferencia en la frenada. No debes soltar el pie del freno hasta que no consigas detener el coche del todo. Notarás una vibración en el pedal: ahí sabrás que se ha activado el ABS.