Desde 2014 todos los vehículos nuevos incorporan de serie el TPMS (siglas en inglés de Sistema de control de presión de neumáticos), siendo obligatorio en todos los automóviles vendidos en Europa, al pasar a ser considerado como parte esencial del sistema de seguridad de los vehículos.
Es por ello que, ante cualquier problema o avería en el TPMS, debes acudir a un taller para resolver la incidencia y poder circular con total seguridad.
¿En qué consiste el TMPS?
Por si desconoces qué es el TMPS, como su propio nombre indica sirve para controlar la presión de los neumáticos. Su objetivo es monitorizar el nivel de carga de aire que hay en cada momento en todos los neumáticos del coche (salvo, evidentemente, la rueda de repuesto si es que dispones de ella).
Depende de lo moderno que sea este sistema, del año de fabricación… así será de más o menos sofisticado. Si comparamos los primeros que aparecieron, apenas cuentan con un testigo en naranja en el cuadro de mandos que alerta en caso de que haya un problema en el sistema. Pero no especifica el nivel de la presión ni qué rueda o ruedas están afectadas.
Por el contrario, los más modernos ofrecen una mayor información y más precisa lo que te permite un mayor control del sistema.
En su mayoría, las alertas se suelen solucionar aumentando la presión del neumático. Sin embargo, puede haber una serie de averías que no están al alcance de tus manos su resolución.
Averías que afectan al TMPS
- Puede que el problema se centre en que la batería de los sensores se ha agotado, ya que tiene una vida útil media de entre 3 y 7 años. Por si no lo sabes, no son reemplazables, por lo que, llegado el caso, toca sustituir el sensor.
- Si se produce un golpe en la llanta, ya sea por un choque en un bordillo o por golpes al desmontar el neumático, se puede ver dañada la lámina que mide la presión en el sensor. Por ello, al destalonar el neumático viejo para cambiarlo en el taller, el mecánico debe ser cuidadoso al introducir el desmontable, para no golpear o dañar el sensor.
- Puede suceder que se desprograme la unidad de mando por agotarse la batería, al cambiarla o cuando arrancas con pinzas. En tales casos, la unidad de mando pierde la codificación de los sensores.
- Si el vehículo toma por error la presión de los sensores del coche con un vehículo próximo, hace que la centralita reconozca los de cada rueda porque están codificados, pero si se desprograma la unidad de control, deja de reconocer a sus sensores, y esto provoca la necesidad de volver a codificar con un equipo de diagnosis específico.
- Al aparcar en zonas con inhibidores de frecuencia o bajo un fuerte campo magnético, se pueden producir errores puntuales en el sistema. También puede volver a funcionar al salir de dicha zona, por lo general.
- Puede dar error de funcionamiento por el mal apriete o por fugas de las válvulas que llevan el sensor integrado, que suelen ser de cuello metálico que, a diferencia de las válvulas normales, son de goma y sellan ellas mismas contra el orificio de la llanta.
- También pueden producirse falsas alarmas en caso de dejar el coche aparcado de forma que alguna rueda esté al sol y el resto a la sombra, ya que el calor puede hacer subir la presión de ese neumático y provocar alertas que no son reales.
En cualquier caso, si mientras conduces se enciende el testigo del TMPS en el cuadro de mandos del salpicadero de tu coche, lo más prudente es que pares en cuanto puedas hacerlo con seguridad. Si no dispones de un manómetro, lo ideal es parar en la gasolinera más próxima y comprobar la presión. En este caso, al verte obligado a inflar los neumáticos en caliente, añade 0,3 bares a la presión recomendada.