A partir de mediados del próximo año, los coches de nueva homologación en la Unión Europea deberán llevar obligatoriamente una serie de sistemas encaminados a reforzar la seguridad vial.
Son los sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS por sus siglas en inglés), de los que ya hemos hablado en anteriores posts, y cuya implementación permitirá evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en Europa en los próximos 18 años, según un estudio realizado por el Parlamento Europeo.
Uno de estos elementos, el sistema de frenada automática de emergencia AEB (por las siglas en inglés de Advanced —también Automatic o Autonomous— Emergency Braking System) podría haber salvado sólo en 2014 hasta 272 vidas y evitado el 20% de los accidentes en España, según un estudio realizado en 2015 por el RACC.
Se trata de un dispositivo que ayuda a evitar o reducir las consecuencias de una posible colisión con el vehículo que nos precede, algo muy importante si tenemos en cuenta que las salidas de la vía suponen casi una tercera parte del total de accidentes, según un estudio de Bosch citado por la Dirección General de Tráfico (DGT).
¿Qué es el sistema de frenada automática de emergencia?
Es un elemento de seguridad de ayuda a la conducción que, mediante el uso de cámaras, radares y sensores, es capaz de detectar vehículos y objetos en nuestra trayectoria que circulan a menor velocidad o incluso parados, peatones y ciclistas incluidos.
Cuando el sistema detecta el peligro de colisión, alerta al conductor y si este no responde realiza una frenada de emergencia.
Cuándo es más efectivo
Según los resultados de un estudio realizado por el RACC y Bosch, los tres accidentes en los que este sistema es más efectivo son:
- Choque contra otro vehículo parado o contra un obstáculo estático: se da habitualmente a baja velocidad (menos de 40 km/h), cuando el AEB tiene mayor capacidad de detener el vehículo por completo. En esta situación, puede llegar a evitar un 61% de choques en vía interurbana y un 78% de choques en ciudad.
- Choque contra otro vehículo en marcha: el AEB puede llegar a evitar un 75% de choques en vía interurbana y hasta un 90% en ciudad.
- Atropello de peatones en una zona con visibilidad: puede evitar un 47% de los atropellos en vías interurbanas y un 78% de atropellos en entornos urbanos. Este sistema es, sin embargo, poco efectivo en atropellos a personas en zonas con poca visibilidad o cuando aparecen de imprevisto en la calzada.
Además, cabe destacar la efectividad del AEB en situaciones de riesgo provocadas por distracciones del conductor, especialmente a baja velocidad.
¿Cuántos tipos hay?
Hay tres sistemas, dependiendo de la velocidad a la que se activa y de los elementos que son capaces de detectar. Son los que corresponden a las siguientes denominaciones: carretera (a partir de 50 km/h), peatón y urbano.
Sistema AEB en carretera (interurbano)
Cuando hay una situación de peligro inminente de colisión por alcance, el sistema alerta al conductor mediante una señal luminosa (en el cuadro de mandos o en el parabrisas) y un aviso sonoro.
Si el conductor no reacciona a las advertencias, el sistema AEB interurbano o de carretera realiza una frenada de emergencia). Ahora bien, en el momento que el conductor realiza una maniobra evasiva, se desactiva.
Al circular con el control de crucero adaptativo activado, que regula tanto la velocidad máxima como la distancia de seguridad, si el sistema detecta un vehículo en el mismo carril que circula a inferior velocidad deja de acelerar. Si no es suficiente para evitar la colisión, actuará el sistema de frenos.
Sistema AEB peatón
El sistema está preparado para detectar el peligro inminente por riesgo de atropello a un peatón. Un testigo luminoso y posteriormente una señal acústica avisan al conductor y si este no acciona el freno el coche se detendrá mediante una frenada de emergencia.
Sistema AEB urbano
Si existe el riesgo de colisión por alcance, la frenada autónoma de emergencia ‘modo urbano’ emite un aviso luminoso que va seguido de otro acústico que alertan al conductor de que existe un riesgo de colisión. Si el conductor no hace caso de las señales, el sistema asumirá el control del vehículo, realizando una frenada de emergencia para detenerlo.
Este dispositivo evita las colisiones derivadas por distracciones cuando se circula a una velocidad inferior a 50 km/h y los alcances contra la parte trasera de otros vehículos.
¿Qué limitaciones tiene? ¿Cuándo puede fallar?
Con lluvia o nieve, o si los sensores están sucios, puede que el sistema no funcione correctamente. En estos casos, el cuadro de mandos suele informar al conductor de dicha anomalía.
Asimismo, cuando se realiza una maniobra evasiva, el sistema se desconecta y el conductor queda al control total del vehículo.
De igual forma, unos neumáticos, amortiguadores o frenos en mal estado puede hacer que la reacción que provoque la frenada de emergencia no sea la esperada. De ahí, la importancia de practicar un buen mantenimiento de los elementos que intervienen en este sistema.
Obligatorio desde 2022
La Unión Europea ha establecido que el sistema de frenada automática AEB sea obligatorio para nuevas homologaciones de vehículos a partir de julio de 2022. Por su parte, el ‘modo peatón’, es decir, el sistema AEB Peatón, será obligatorio en las nuevas unidades homologadas a partir de julio de 2024.