El aire acondicionado (o el climatizador) de tu coche no sólo es un elemento de confort. Y es que el sistema de climatización permite conducir a una temperatura idónea, que mantenga nuestra atención y evite distracciones (y accidentes).
En este sentido, cabe destacar que si bien el aire acondicionado tiene un uso más o menos continuado en parte de la primera, el verano y parte del otoño, en invierno también deberíamos hacerlo funcionar.
No en vano, en invierno es cuando debemos prestarle más atención de lo que podría parecer. Pues es ahora cuando hay que vigilarlo y hacer un cierto mantenimiento.
De este modo, y contra toda lógica (y las ganas de hacerlo), deberías encenderlo, aunque solo sea de vez en cuando ¿Por qué? Será más fácil evitar posibles averías –graves y costosas– del sistema de climatización del vehículo.
Los problemas del aire acondicionado por falta de uso
Los problemas más probables por falta de uso, que además se descubrirán en verano (ya tarde), afectarán al compresor del aire acondicionado y al circuito del sistema.
Y es que el compresor es el motor que hace circular el gas refrigerante, y una de las causas comunes de avería es que pase demasiado tiempo apagado. Y la reparación de este elemento, imprescindible para que el aire salga frío, no es barata.
Por eso, que el aire acondicionado esté apagado desde septiembre hasta la primavera siguiente, como pronto, puede causar otros problemas, como que las juntas de estanqueidad del circuito se resequen y se agrieten, y el gas se escape.
Y el arreglo de la fuga y la recarga del gas tampoco es barata. En cambio, una revisión a tiempo y el rellenado del gas, si es necesario, es bastante más económica…
Cómo usarlo en invierno
No es fácil encontrar el momento para pasar frío en invierno en el coche, pero convendría conectar el aire acondicionado (pulsando el botón A/C, para que funcione el compresor) una o dos veces al mes, durante 15 minutos.
De este modo, el motor del sistema de climatización estará un rato en funcionamiento y además será más difícil que la suciedad y la humedad se acumulen en exceso en el circuito y los filtros.
Si el sistema permite elegir la temperatura, se puede colocar a 17 o 18ºC. Una posibilidad es aprovechar el aire para desempañar el parabrisas: el aire frío es algo más lento para esta tarea, pero que el compresor esté en marcha ayuda a que se elimine con más rapidez la humedad del habitáculo.
¿Está fallando el sistema de climatización?
Utilizar el aire acondicionado en invierno servirá también para ir comprobando su funcionamiento y detectar una posible avería antes del verano. En una época fría resultará más complicado advertir que el sistema enfría poco (que sucede cuando el circuito ha perdido algo de gas, inevitable con el paso del tiempo).
Sin embargo, podemos detectar un síntoma claro: si el parabrisas tarda mucho en desempañarse, es que algo falla. También es un síntoma de algún problema si huele mucho a humedad cuando se conecta el aire acondicionado. En ese caso, el fallo se debe probablemente al exceso de suciedad en el filtro del habitáculo.