Puede pensarse que precisamente por estar en la parte inferior del vehículo, los bajos están protegidos, pero no. Están permanentemente expuestos a las influencias ambientales. En invierno, la lluvia, la nieve y la sal de la carretera son los principales factores que afectan a la parte inferior del coche, en verano es el calor y las pequeñas piedras y arena que pueden saltar en la carretera.
A la larga, la suciedad ataca y daña la carrocería del vehículo y las piezas del chasis. Especialmente la sal para carreteras conduce a la formación de óxido y es un peligro para el buen estado de los bajos del coche.
Su función es muy importante, porque gracias a la protección que ofrecen los bajos, las piedras ya no rebotan directamente en el panel del suelo o ya no afectan a la pintura, sino que golpean una masa elástica en el panel que hace que reboten. Además, repele el agua y por lo tanto protege contra la lluvia, la nieve y la sal de los caminos.
¿Cómo proteger los bajos?
Para la protección de los bajos de un coche se utilizan los protectores y los selladores de cavidades. Este último consiste en una cera o grasa que llega mejor a los huecos y que crea una capa impermeable. Así, se impide que la carrocería pueda oxidarse. La elasticidad es menor que la de los protectores, pero la capacidad de arrastre es mayor y la protección más elevada. Lo mejor es siempre guiarnos por los consejos de los especialistas de nuestro taller de confianza para que nos digan qué es lo mejor para nuestro coche.
¿Cuánto tiempo aguanta el protector?
Los coches nuevos cuentan de fábrica con un protector de bajos eficaz, pero este no dura para siempre. Los factores externos mencionados anteriormente lo desgastan y el material está sujeto a procesos de envejecimiento. Por esta razón, se debe renovar el sellador de bajos cada seis u ocho años a más tardar. Este ciclo también se recomienda para la protección de bajos de los coches usados, independientemente del material utilizado.
No está demás comprobar más de cerca otras zonas expuestas. Estas son las puntas, los cantos y pasos de rueda. Las piedras y las salpicaduras de agua de las ruedas provocan una mayor carga en la protección de los bajos.
Estos son sus enemigos
- Corrosión u oxidación. El paso del tiempo, la humedad y otros factores externos inciden en el coche. El óxido es la peor pesadilla de cualquier propietario de un vehículo.
- Gravilla. Los bajos del coche están expuestos a la gravilla que salta al circular. Pequeños impactos que, de no tratarse a tiempo, pueden convertirse en grandes problemas.
- Barro. Dejar que se acumule en los bajos del coche es un error común y, aunque pueda desprenderse una vez seco, contribuye a la oxidación.
- Golpes. El mal estado de algunas carreteras o algunos vicios de algunos conductores hace que la parte baja del coche esté expuesta a golpes. Estos golpes pueden llegar a abollar bastante los bajos y dañar otros elementos como el cárter.