Todo el sistema de dirección y de suspensión está conectados a las ruedas. Con el paso del tiempo, todos estos elementos pueden perder el ajuste de fábrica más tarde o más temprano.
Después de instalar neumáticos nuevos es recomendable realizar una alineación de dirección, o como se conoce popularmente, el paralelo. Se trata de un proceso en el que en nuestro taller de confianza se aseguran de que las ruedas de cada eje están totalmente paralelas, eso quiere decir que sus trayectorias no se cruzarían y que los ángulos de caída, convergencia… están dentro de unos márgenes de tolerancia.
Causas
Además del ya mencionado cambio de neumáticos, el simple paso de los kilómetros o la edad pueden provocar un desajuste que puede solventarse en el proceso de alineación de dirección.
En ciertas circunstancias este desgaste puede ser más acelerado, como pasar por encima de un bache, un bordillazo al aparcar, pasar un resalto de reducción de velocidad a más velocidad de la que deberíamos, o fruto de una colisión. También puede ocurrir que un componente defectuoso sea el origen de la desviación.
Síntomas
Hay una prueba muy sencilla que podemos hacer y es colocar el volante en posición recta debería implicar que nuestro coche vaya también en línea recta. Si tiende a torcer hacia uno de los lados con mayor intensidad, o si el volante ofrece más resistencia de lo normal en uno de los lados, quiere decir que debemos ir a taller para que nos hagan esa alineación.
También puede identificarse con ruidos que antes no habíamos escuchado, vibraciones extrañas, sobre todo en el volante, o por un desgaste anómalo de los neumáticos. Normalmente los profesionales de Enos advertirán en las revisiones o pasos por taller de que una o varias ruedas tienen un desgaste irregular que puede estar ligado a una falta de alineación.
También se puede producir por la forma de conducir o malas costumbres. Por ejemplo, será normal que los hombros exteriores de los neumáticos delanteros estén más desgastados si se toman las rotondas o curvas lentas a más velocidad de la que indican las señales, o se conduce de forma agresiva o deportiva. No comprobar la presión de los neumáticos cuando toca también implica que los neumáticos no se desgasten como deben, uniformemente.
Beneficios de una correcta alineación de las ruedas
Aunque ya hemos avanzado muchos de ellos, debemos tener claro que realizar una alineación periódica de las ruedas nos proporcionará beneficios a corto, medio y largo plazo.
Por un lado, el confort de marcha será óptimo en tanto en cuanto no sufriremos vibraciones en la dirección y esta tendrá siempre tendencia a ir recta. Además, las trazadas serán más precisas y el desgaste de los neumáticos será más lento y regular.