El Plan de Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 que ya ultima el actual Gobierno viene con una novedad importante para los conductores: la futura prohibición de fumar en el coche. Una medida que enfrenta a médicos y juristas.
Y es que la normativa actual de circulación no prohíbe explícitamente fumar en el coche en España. Eso sí, eso no impide que si los agentes de vigilancia del tráfico consideran que esta acción está generando una distracción que ponga en riesgo la seguridad vial, el conductor puede ser sancionado, según recordaba ya la Dirección General de Tráfico (DGT) en 2018 en su revista digital.
Prohibido fumar en los coches
El Ministerio de Sanidad ha redactado un borrador en el que propone «antes del año 2023» incrementar los impuestos de los cigarrillos y sus derivados, aumentar los lugares libres de humo para que no se pueda fumar en los coches o fijar un empaquetado genérico en las cajetillas.
Esta controvertida medida tiene a su máximo defensor en el Pere Navarro actual director general de la DGT, organismo desde el que apuntan que encender un cigarrillo requiere 4,1 segundos, lo que implica que, circulando a 100 km/h, se recorren 113 metros sin la atención plena en la carretera. Además, el 60% de los accidentes y el 30% de las víctimas mortales se producen por distracciones, y fumar es una causa frecuente de distracción.
El Reglamento de Circulación señala que «el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente en la conducción para garantizar su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía». No obstante, no está prohibido fumar.
«Fumar mientras se conduce no está prohibido pero recomendamos no hacerlo porque puede causar distracción. Y si viajan niños, menos, por salud», recomiendan desde la DGT. En cambio, sí está expresamente prohibido arrojar objetos desde el coche. Según el Ministerio de Medio Ambiente, el 3% de los incendios los originan colillas de cigarrillos abandonadas o arrojadas desde vehículos.
En este sentido, la última reforma de la Ley de Tráfico endurece el castigo por arrojar objetos a la vía que puedan provocar incendios o accidentes. Se convierte en infracción muy grave que supone la pérdida de 6 puntos y una sanción económica de 500 euros.