Un embrague duro , con poco recorrido o el olor a quemado pueden ser señales de que debe revisarse este elemento.Es uno de los elementos del vehículo que mayor desgaste sufre , normalmente puede señalar que pueden durar alrededor de 150.000 km si se revisan correctamente , no se realiza una conducción agresiva y no se circula mucho por ciudad.
Desde Asetra señalan que algunos de los síntomas que pueden reflejar que es necesario sustituir este dispositivo es notar el pedal del embrague más duro de lo normal ,debido al desgaste del disco , aunque hay que asegurarse de que el problema no sea el cable del acondicionamiento.También un ejemplo puede ser el pedal presente o quede retenido al final debido a que el cable del embrage se haya descolgado o que esté desgastado.
Otro de los problemas que pueden surgir es que cuando un embrague empieza a fallar por desgastarle deja de agarrar lo suficiente y patina.Para comprobar este problema ,hay que circular con un marcha larga y baja de revoluciones y acelerar.Por otro lado, el olor sirve para diferenciar entre un embrague que patina por desgaste y otro que lo hace porque está sucio por la fuga de aceite o grasa. En este último caso, no debería aparecer el característico olor fuerte que sí surge cuando roza sin ningún lubricante. En cuanto a los ruidos en el embrague (al pisarlo y en punto muerto, entre otros), estos indican la existencia de fallos en el sistema.
Al tratarse de un elemento de desgaste, cuando el embrague llega al final de su vida útil deja de funcionar. Por eso, los expertos señalan que si se intenta seguir usándolo cuando está desgastado, puede dañar otras pìezas aumentando el coste del arreglo.