Aunque el sector de la automoción avanza hacia su completa electrificación, existen otras alternativas que pueden reducir o neutralizar las emisiones del parque móvil. Es el caso de los combustibles sintéticos, que podrían ahorrar hasta 2,8 gigatoneladas de CO2 en 2050.
Según la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), el transporte de personas y mercancías, aviones, tractores, barcos… va a seguir necesitando combustibles líquidos ya que son su principal fuente de energía.
Reducir emisiones con combustibles sintéticos
Los combustibles sintéticos se fabrican a partir de hidrógeno y CO2 retirado de la atmósfera. Para su elaboración se utiliza electricidad procedente de fuentes renovables y, mediante electrólisis, se separan el oxígeno e hidrógeno del agua, dando lugar a hidrógeno renovable.
Empresas energéticas y fabricantes automovilísticos como Porsche, Audi o Mazda defienden esta alternativa. Según sus cálculos permite reducir hasta un 90% las emisiones de un coche térmico durante su utilización, al mismo tiempo que se evita la contaminación generada por producir un nuevo vehículo y su correspondiente batería.
¿Qué ocurre con los ecocombustibles?
Los ecocombustibles son líquidos neutros o bajos en emisiones de CO2 que se producen a partir de residuos urbanos, agrícolas o forestales, e incluso de plásticos y aceites usados. Nada de petróleo.
En este sentido, AOP ha elaborado un plan que contempla el desarrollo de varias rutas tecnológicas para la descarbonización.
El primer punto del plan está basado en la eficiencia energética, con la mejora de los procesos y de los sistemas de gestión energética en las plantas. Es una medida que las refinerías ya están aplicando y que puede suponer del 17 al 22% de reducción de emisiones de CO2.
Un segundo aspecto es el hidrógeno verde. La industria del refino usa hidrógeno para sus procesos industriales y se pretende sustituir éste por hidrógeno verde, producido a partir del agua con electricidad renovable. El objetivo para 2050 es eliminar el 100% del CO2 generado en la producción de hidrógeno.
Por otra parte, se propone la captura, almacenamiento y utilización de CO2. Se trata de absorber el CO2 emitido por la industria para su almacenamiento o para su utilización desde la producción de ecocombustibles hasta materia prima para la industria química.
Finalmente, se contempla la producción de ecocombustibles, con la integración progresiva de materias primas bajas en carbono en el sistema de refino para la producción de combustibles líquidos.
Estos pueden ser combustibles sintéticos o ‘e-fuels’ a partir del CO2 capturado y del hidrógeno verde; biocombustibles avanzados a partir de materias primas de origen biológico, mayoritariamente residuos (agrícolas, forestales o industriales), y otros combustibles bajos en carbono a partir de residuos no biológicos (plásticos, residuos sólidos urbanos).
FuturWagen te mantiene al día de todas las novedades del sector.