¿Últimamente tu vehículo expulsa aceite por la varilla? ¿Te preguntas por qué? Claro está que si esto sucede es porque algo falla. En primer lugar, como sabrás, la varilla es el elemento que ayuda a medir el nivel del lubricante.
Al poner en marcha el motor de combustión interna de tu coche, el aceite se pone a circular por el interior para lubricar todos los componentes del propulsor y garantizar que funciona de forma eficiente y fiable.
Por tanto, debes asegurarte de que hay suficiente cantidad de aceite para que pueda cumplir su función. Y de esta manera, evitar que se produzca un desgaste prematuro que puede desembocar en un sobrecalentamiento y, por tanto, en una avería grave, incluso, catastrófica.
Dónde se ubica la varilla del aceite
La varilla del aceite, que dispone de una anilla —normalmente de color llamativo— para poder tirar de ella con facilidad, se encuentra en la parte superior del motor que va hacia el cárter.
Es ahí, en el cárter, donde se deposita el aceite y hasta donde llega la varilla para realizar las mediciones de su nivel. Para hacerlo, el coche siempre debe estar en una superficie plana y con el motor frío. No obstante, si tienes dudas, acude a un taller para que un profesional lo lleve a cabo, y así tener una medición 100% fiable.
Por qué el aceite se escapa por ella
El problema viene cuando el aceite se escapa por la varilla de medición. Y esto se debe a tres posibles motivos que, si no los reparas a tiempo, pueden ocasionar averías mucho más graves y daños en otros elementos.
- La varilla está mal ajustada: la principal causa, si existe una fuga de aceite por la varilla, es porque ésta no está bien colocada. Por ello, debes ponerla correctamente y te aconsejamos que visites tu EuroTaller más cercano, para cambiar la pieza pues puede que esté deteriorada o deformada y por eso no encaja correctamente.
- Fallo en la válvula PCV: sirve para liberar la presión existente en el cárter por el accionamiento del pistón y el incremento de temperatura que se produce en el interior del motor. Esto quiere decir que la válvula PCV (Positive Crankcase Ventilation Valve en inglés) permite el paso de los vapores de aceite e hidrocarburos generados en el cárter, expulsándolos al colector de admisión. Gracias a ello, los vapores volverán a entrar en la cámara de combustión para formar parte de la mezcla aire-combustible. Esto permite que la presión del cárter descienda, reduciendo la posibilidad de averías y evitando una mayor emanación de gases contaminantes.
El problema viene si se obstruye con el paso del tiempo a consecuencia de las impurezas del aceite y el combustible. Por eso, debe sustituirse o limpiarse, lo ideal, cada dos o tres cambios de aceite. De no hacerse, acabará bloqueándose y la presión del cárter subirá, generando posibles averías como la rotura de las juntas del cárter o de la culata, así como obstrucción del filtro de aire. Y sí, la excesiva presión puede impulsar el aceite hacia donde su salida es más sencilla: el conducto de la varilla.
- Pérdida de compresión: La relación de compresión de un motor es vital para que pueda producirse la combustión. Esta medida determina la capacidad de compresión que tiene el cilindro, pero si esta baja, el rendimiento también caerá. Generalmente, la compresión de un cilindro baja porque se pierde parcialmente su sellado, provocando una fuga en dirección al cárter. Una de las razones de este problema puede ser que un segmento esté dañado. Y cuando el segmento falla, se produce una pérdida de compresión y un consiguiente aumento de la presión en el cárter.
Entonces, si la válvula PCV no es capaz de compensar ese aumento de presión, el aceite del cárter puede verse escupido al exterior a través del conducto de la varilla del aceite. Esta causa es la más grave y costosa de reparar, pudiendo incluso hacer necesario cambiar el motor por uno nuevo.