La función principal de la bomba de vacío de un motor diésel es proporcionar succión suficiente con el fin de proveer energía a los frenos de potencia del vehículo.
En otros casos también se destinan al mantenimiento de los sistemas de ventilación y aire acondicionado del coche, gracias a su poder de succión y a la energía que pueden proporcionar. Por otra parte, algunos modelos también hacen uso de este tipo de bombas de vacío para los sistemas de electroválvulas, como por ejemplo los cierres centralizados.
Este mecanismo es similar a un compresor de aire pero con las válvulas cambiadas para absorber aire en vez de expulsarlo. También es habitual que estas bombas se usen en coches eléctricos ya que utilizan servofrenos.
La diferencia del sistema de frenos en un coche eléctrico radica en el mecanismo con el que se hace el vacío al reforzador del freno, ya que en los vehículos eléctricos se efectúa con una bomba de vacío.
Si se nota una disminución en la potencia de frenado es muy probable que estemos ante una avería en la bomba de vacío. Por lo tanto lo mejor es ir a nuestro EuroTaller de confianza para que nos arreglen este problema.
Síntomas de que puede fallar
Dado que esta bomba funciona con el motor encendido, es posible que en algún momento pueda fallar. Por este motivo, uno de los síntomas que indica que una bomba de vacío está fallando es
- Notar los frenos más duros de lo habitual, lo cual puede significar que la bomba falla, que el servofreno de energía dejará de funcionar también y el impulso de frenado se perderá.
- También se pueden detectar fallos en la bomba de vacío al retirar la manguera mientras el motor está en marcha. Al poner un dedo sobre el agujero, se debe sentir una fuerte succión. Si se nota poco o nada será una clara señal de que hay que reemplazar la bomba.
- Falta de succión: se puede comprobar el poder de succión de la bomba de vacío retirando la manguera de ella y acercando la mano al orificio. Si la fuerza de succión es menor de la habitual, es que existe algún problema en la bomba.
